Add parallel Print Page Options

comenzó a llorar tan fuerte que los egipcios se enteraron, y la noticia llegó hasta la casa del faraón.

―Yo soy José —les declaró a sus hermanos—. ¿Vive todavía mi padre?

Pero ellos estaban tan pasmados que no atinaban a contestarle. No obstante, José insistió:

―¡Acercaos!

Cuando ellos se acercaron, él añadió:

―Yo soy José, vuestro hermano, a quien vendisteis a Egipto.

Read full chapter